Los principios éticos de IAM deben ser integrados por cada persona en el ejercicio de su trabajo. En este sentido, el sistema de gobierno define claramente las responsabilidades en todos los niveles.
El Comité de Gestión de IAM es el primer garante de la aplicación del Código Ético del grupo. Con este propósito, debe dotarse de los instrumentos necesarios para llevar a cabo el seguimiento de su despliegue y para la detección de las infracciones de sus normas. Debe, asimismo, instaurar un sistema de control de la aplicación de los dispositivos éticos y de cumplimiento del Código Ético.
El Responsable de Ética, cuya responsabilidad recae en el Presidente del Directorio de IAM es quien se preocupa de gestionar los medios adecuados para la aplicación del Código Ético, así como de ejercer la autoridad necesaria para garantizar su cumplimiento.
Una fuerte implicación de la dirección
Entre las tareas del conjunto de la línea directiva está la de asegurarse, individual y colectivamente, de la correcta aplicación del Código Ético. Las normas establecidas por el presente documento deben ser conocidas obligatoriamente por cada profesional susceptible de ejercer un determinado poder de control en la marcha de la empresa o de influir en una parte de su política.
El comportamiento de estas personas, cuyas decisiones tienen un impacto importante en términos de ética, debe ser, por supuesto, ejemplar.
Así, cuando desde la dirección se designa a alguien para un puesto de responsabilidad, se debe asegurar que la persona nombrada dispone de las competencias, la autoridad y los medios necesarios para aplicar el Código Ético del grupo.
Una estructura de gobierno adecuada
El fomento del compromiso ético de IAM se da al más alto nivel: el Comité de Gestión ha dotado al grupo de estructuras adecuadas para la gestión ética.
La estructura ética, que incluye las normas, los órganos, los procedimientos y las prácticas profesionales para la gestión ética, está supervisada por el Comité de Gestión. Dicha estructura ética, cuenta con el responsable de ética para velar especialmente por la adopción de los procedimientos necesarios y por las referencias éticas dentro del grupo.
Una tarea de difusión
Los cargos de responsabilidad en la jerarquía de IAM son garantes de la difusión del presente documento a sus equipos, con el objetivo de permitirles conocer y aplicar el comportamiento ético del grupo en su día a día. Para ello, organizan acciones de formación o de sensibilización. A su vez, ofrecen ayuda y asesoramiento a quienes realizan preguntas o les hacen llegar sus dudas en cuestiones de ética.
La persona que ejerce de Responsable de Ética del grupo cuenta con el apoyo del Comité de Gestión y de las direcciones funcionales para el despliegue de las normas éticas. Asimismo, los niveles jerárquicos superiores han de verificar el conocimiento que tienen sus equipos de las obligaciones éticas y normativas. Deben asegurarse, además, de que cuenten con prácticas conformes a sus obligaciones. Por último, cuando no hay más remedio que recurrir a las sanciones, se hace respetando el derecho y los usos locales.
En resumen Aunque se espera que el conjunto de profesionales de IAM adopte los principios éticos del grupo, la dirección tiene obligaciones particulares: comunicar, educar, entrenar y controlar. IAM ha establecido una estructura dedicada a dar ímpetu a las prácticas éticas y a verificar que estas prácticas sean compatibles con los compromisos del grupo.